
INSTALACIONES
Usamos las más cuidadosas técnicas de producción agrícola que con el apoyo unas modernas instalaciones a pie de campo garantizan una rápida manipulación y conservación de nuestras frutas.
Hectáreas de árboles frutales
Metros cuadrados de terreno empresarial
Metros cuadrados de naves
100 Metros cuadrados de oficinas
Disponemos de un total de 140 hectáreas de frutales divididas en distintas variedades de cereza, albaricoque y sandía , contando además con otras líneas de producción de nectarina y manzana. Todas nuestras variedades son recolectadas manualmente.
La empresa cuenta con más de 16.000 metros de terreno empresarial dedicado a la recepción, manipulación, comercialización y distribución de frutas y hortalizas. Dentro de este terreno disponemos de 2.300 metros cuadrados de naves y 100 metros de oficinas, dotadas con los equipos informáticos necesarios, impresoras, etiquetadoras, etc.
Contamos con cámaras de refrigeración dotadas de las más avanzadas tecnologías de mantenimiento y control medio-ambiental, vigilándose de forma permanente la temperatura y humedad con objeto de mantener la cadena de frío y poder servirle los productos en las mejores condiciones.




GARANTÍA DE CALIDAD
Todos los procesos de producción, almacenamiento, manipulación y distribución están certificados por los más rigurosos controles de trazabildad.
La supervisión constante y profesional tanto para las tierras de productores asociados como para las propias, nos permiten obtener y asegurar una oferta y calidad constante.
Toda la producción esta certificada como Producción Integrada y supervisada por ATRIAS.
El proceso de producción sigue los protocolos de Producción Integrada y esta certificado por Global GAP, lo que nos obliga a seguir una serie de normas de producción que aseguran al consumidor la calidad de nuestra fruta.
Seguimos escrupulosamente las directrices marcadas por los organismos competentes como la Agencia Española de Seguridad y Nutrición (N.R.S.) dependiente del Ministerio de Sanidad y Consumo.

El Código de Buenas Prácticas Agrarias sirve como marco de referencia para el desarrollo de una agricultura compatible con el medio ambiente, en consonancia con una racional utilización de los fertilizantes nitrogenados y base para la elaboración de programas de acción más específicos para cada una de las zonas vulnerables designadas.
Las normas Global GAP son elaboradas para confirmar a los consumidores que la producción de alimentos en las unidades agrícolas se realiza minimizando los impactos negativos al medio ambiente, reduciendo el uso de insumos químicos y dando una garantía de responsabilidad en los asuntos de salud y seguridad de los empleados y bienestar animal.
Debido a la globalización de los mercados en el comercio de alimentos primarios Global GAP se ha establecido como un referente de importancia respecto de las Buenas Prácticas Agrícolas, logrando que estos requisitos se vean reflejados en la producción agrícola y ganadera de muchos países.